La Facultad de Administración de la Universidad de los Andes, por medio de la creación de los Seminarios Ágora, busca aportar a la comunidad académica espacios que convocan a investigadores (internos y externos), empresarios, gremios y formuladores de política pública, quienes se reúnen para recibir retroalimentación y compartir sus investigaciones. Recientemente, se llevó a cabo la presentación de la investigación A Scientific Approach to Innovation Management: evidence from 4 Randomized Control Trials (RCT) a cargo de Alfonso Gambardella y Arnaldo Camuffo de la Universidad Bocconi de Milán. La exposición tuvo lugar a partir de la teoría de que los gerentes y emprendedores toman mejores decisiones si en momentos de incertidumbre piensan como lo hacen los científicos para hacer sus investigaciones. Además, presentaron el desarrollo la investigación y los resultados de la misma, así como algunos casos reales.
La investigación se llevó a cabo en un periodo de cuatro años entre 2016 y 2019, tomando grupos de start ups en Milán (2016 y 2017), Turín (2018) y Londres (2019), los cuales fueron divididos en dos grupos aleatoriamente. El primer grupo, denominado como Treatment Group fue inducido a través un entrenamiento específico, previo a un curso de emprendimiento, a tomar decisiones segundo un modelo científico, mientras que al segundo, el grupo de control, se le permitió tomar decisiones siguiendo las herramientas estándares dictadas en el mismo curso de emprendimiento que tomó también el treatment group (es decir, principalmente los métodos de Lean Startup, Disciplined Entrepreneurship y el Business Model Canvas). Lo anterior, con el propósito de hacer un énfasis en las implicaciones que tuvo el enfoque científico.
Así las cosas, para tomar decisiones de forma científica, se alentó al primer grupo para que, antes de hacer una inversión o alianza, intentaran predecir las consecuencias de la decisión que tenían que tomar. El segundo paso fue, a partir de estas implicaciones previamente visualizadas, obtener datos que reforzaran o falsificaran la predicción que hicieron en un principio: preguntarle a la gente, leer algunas noticias o consultar en Internet para obtener más información. Finalmente, después de evaluar los resultados recopilados, el grupo debía estar en la capacidad de tomar una decisión lógica que aportaría ganancias a la organización.
Por su parte, el segundo grupo, al no realizar una indagación profunda, no contaron con insumos necesarios para analizar si avanzar con el proyecto o detenerlo. Estas situaciones conllevan a que se hagan evaluaciones basadas únicamente en el potencial de la idea, lo cual podría ser contraproducente para la organización.
Finalmente, una de las conclusiones de la investigación afirma que el primer grupo, Treatment Group, está en la capacidad de finalizar sus proyectos en menos tiempo y con más éxito. Además, se evidenció que esté grupo es más propenso a entender correctamente los cambios que tienen que hacer en orden para tomar la decisión correcta. Por último, los resultados arrojaron que las personas que toman decisiones de forma científica tienen un rendimiento más alto en sus equipos de trabajo.