Actualmente, algunos gobiernos a nivel mundial y diferentes organizaciones internacionales están replanteando los métodos de medición del progreso y desarrollo en cada país. Esto, teniendo en cuenta el crecimiento de los niveles de insatisfacción de los ciudadanos, ante diferentes crisis financieras, políticas y sociales, las cuales cuestionan cada vez más la efectividad de los indicadores de desarrollo basados netamente en el aspecto económico. De hecho, el 71% de los latinoamericanos está insatisfecho con aspectos políticos como el funcionamiento de la democracia, según una encuesta realizada por la ONG Latino-barómetro en 2018.
Ante esto, investigadores como Eduardo Wills Herrera, Profesor Titular de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes, han desarrollado estudios que tienen como objetivo encontrar nuevas formas de medir el progreso de las sociedades a través de indicadores que exploran el desarrollo desde la persona misma de forma más holística y cualitativa, al involucrar otros aspectos que no necesariamente son financieros, como el bienestar y la felicidad, entre otros.
En este contexto, el bienestar subjetivo (subjective well-being) que puede medirse a nivel individual y colectivo ha aparecido como un enfoque alternativo y como una alternativa de medición, la cual evalúa el nivel de satisfacción con la vida como un todo, incluyendo todos los aspectos sociales, económicos y personales que la componen desde la subjetividad.
En temas metodológicos, las investigaciones realizadas coinciden en que la mejor forma de adentrarse y conocer el bienestar personal es por medio de la evaluación que cada persona hace de su vida, al utilizar sus propios criterios de evaluación y las emociones que siente. Por esto, la medición del bienestar contempla los estados afectivos de la persona (emociones), así como las evaluaciones cognitivas (también asociadas a las metas que la persona se propone).
En este sentido, las preguntas para medir el bienestar subjetivo buscan indagar sobre la felicidad en la perspectiva eudaimónica no hedónica, el grado de satisfacción de la vida en general, así como también en logros y fracasos que afectan el estado de ánimo y afectivo. A continuación, se presentan las temáticas más importantes en las que se basan los investigadores para hacer estas encuestas.
- Escala de satisfacción con la vida: se relacionan diferentes afirmaciones para determinar qué tan satisfecho está la persona con su vida en general. (Ejemplo: ¿Qué tan satisfecho está con la vida que lleva?).
- Escala de la felicidad: se determinan algunas preguntas y/o afirmaciones para establecer el nivel de felicidad de cada persona a través de un ponderado. (Ejemplo: Las condiciones de mi vida son excelentes).
- Escala de balance afectivo: estas preguntas están orientadas a determinar los sentimientos de la persona frente a diferentes aspectos de su vida. (Ejemplo: Durante las últimas semanas ¿Alguna vez se sintió contento por algún logro?).
- Escala de afectos negativos y positivos: en este punto se utilizan preguntas para describir sentimientos y emociones de la persona durante las últimas semanas. (Ejemplo: Interesado (a), motivado (a), asustado (a), entre otros).
- Mejor-Peor vida posible: a través de una medición de escala se determina la realización de una persona frente a su vida. (Ejemplo: En este dibujo de una escalera, la cima de la escalera representa la mejor vida posible para usted y la parte más baja la peor vida posible. ¿En qué parte de la escalera siente usted que se encuentra hoy día?).
- Índice de bienestar personal: en este punto se mide el nivel de satisfacción de la vida frente a aspectos puntuales como temas económicos, laborales, familia, salud, entre otros.
- Dominios de vida: esta medición debe tener en cuenta diferentes factores que influyen en la percepción de satisfacción con la vida. Según Wills (2009), algunos de estos son: la salud, la seguridad, las relaciones con la comunidad, las relaciones con la familia las expectativas y metas de vida, el ocio, el trabajo, las relaciones sociales y la espiritualidad, siendo éstos dos últimos muy relevantes para la sociedad colombiana y latinoamericana.
“Se hace evidente que la medición del bienestar va más allá del aspecto económico ya que la sociedad actual está influenciada por múltiples aspectos que determinan su satisfacción con la vida. Entender estos aspectos en conjunto es clave para determinar el progreso de un país, que a su vez es el progreso de la sociedad” asegura el profesor Wills.
Paradoja en América Latina
El Informe Mundial de la Felicidad, publicado en el año 2018 por la iniciativa Red de Soluciones para un Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas (ONU), mide la felicidad teniendo en cuenta aspectos tanto económicos como sociales. Según esta investigación, Costa Rica, está en los primeros lugares de este listado, incluso por encima de Alemania, Estados Unidos y Francia. De igual forma, otros países como Argentina, Brasil, Chile, México y Panamá, superan a países como Singapur, España, Italia, entre otros. Mientras que Colombia y Perú están en la casilla 37 y 65, respectivamente.
Para entender esta paradoja la Fundación Templeton en Estados Unidos entregó un grant de investigación a un equipo de investigadores latinoamericanos del cual hace parte el profesor Wills para desarrollar el proyecto: entender los altos niveles de felicidad en América Latina.
Lo anterior lleva a la siguiente interrogante: ¿Por qué en Latinoamérica se presentan estos niveles de satisfacción de vida y felicidad, aun cuando existen altos niveles de criminalidad, desigualdad, corrupción, entre otros? Frente a esto, el profesor Wills, resalta que en esta región y específicamente en Colombia, existen aspectos como la espiritualidad y la calidad de las relaciones sociales y las relaciones con la familia las cuales tienen una incidencia importante en la percepción de bienestar subjetivo.
“La calidad de la interacción social es un factor determinante en la vida de las personas en Latinoamérica. Al ver el caso de Colombia, hemos notado que hay una especie de asociación, reciprocidad y protección social por parte de la familia, y los vecinos y miembros de la red social que se presenta en la sociedad, y específicamente en estratos bajos, donde las personas valoran la hermandad y ayuda de sus vecinos y la comunidad que los rodea, incluyendo su núcleo familiar” aseguró Wills.
De igual forma, la espiritualidad es un componente estudiado por el profesor, el cual es clave para la medición del bienestar subjetivo (sobre todo en Latinoamérica) ya que, según sus hallazgos, las personas suelen sentir la religiosidad como un sentimiento de fortaleza que constituye una guía para encontrarle un sentido a la vida, lo cual influye directamente en sus niveles de satisfacción y bienestar.
El bienestar subjetivo como política pública
Uno de los grandes objetivos de la medición del bienestar subjetivo es contribuir al diseño y la aplicación de una política pública que incluya diferentes aspectos orientados a garantizar el bienestar desde todos los ámbitos posibles.
“En Colombia, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) ya comenzó a hacer las primeras investigaciones frente al tema para entender todos los aspectos del bienestar subjetivo, incluyendo el aspecto económico. Esperemos que pronto podamos ver esto reflejado en el planteamiento de las políticas públicas de nuestro país, siguiendo el ejemplo de otros países como Ecuador y Bolivia donde la constitución de cada país impone la búsqueda del buen vivir como un objetivo del Estado” aseguró Wills.
En este contexto, la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes, a través de la generación de conocimiento y la excelencia académica de sus profesores, contribuye a la investigación de aspectos económicos que se traducen en evolución y desarrollo para la sociedad colombiana.
Lo anterior, sumado al compromiso de la Facultad por generar un impacto positivo en la sociedad a través de la formación de líderes capaces de contribuir al desarrollo innovador y sostenible de las organizaciones y a su vez, a la evolución del país a través de una visión integral de liderazgo que se traduce en bienestar.