Conozca cómo convertir problemas en proyectos.
· “Un problema irresoluble es un problema mal planteado” – Albert Einstein
En la vida diaria es común que situaciones de conflicto se dejen escalar hasta estados que requieren intervención judicial, pues se carece de una aproximación reflexiva y conciliadora. Entre los errores más frecuentes en el tratamiento situaciones problemáticas están la búsqueda de culpables, reproches por eventos pasados y una preocupación excesiva por las pérdidas. Este tipo de enfoque, usual en contextos personales, empresariales, políticos y legales, entre otros, se concentra más en juzgar los efectos del conflicto que en solucionarlo de forma efectiva.
Para incentivar la discusión alrededor de esta problemática, la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes organizó la conferencia ¿Cómo convertir problemas en proyectos?, que contó con la participación de Sara Helena Llanos, Magíster en Psicolología, especialista en Gerencia de Recursos Humanos, especialista en Resolución de Conflictos y especialista en Negociación, con más de 30 años de experiencia.
El evento giró en torno al diseño de una alternativa frente al tradicional intento de resolución de conflictos, en la cual se propone ver oportunidades en situaciones problemáticas y hacer de su solución un proyecto. Para esto es necesario empezar por desafiar el esquema de análisis habitual y abordar estas situaciones desde una perspectiva diferente, empezando por su misma definición.
Delimitar un problema puede ser complicado debido a la diversidad de posiciones y argumentos de cada una de las partes implicadas. Para poder definir un problema de manera efectiva y apuntar a su resolución, se debe empezar por examinar la lectura que hace cada uno de los implicados sobre el mismo; también es necesario entender si la situación se trata de un dilema (una toma de decisiones basada en principios y valores), un problema (un dilema mal resuelto) o verdaderamente un conflicto (situación de desbordamiento emocional).
Asimismo, y como uno de los puntos principales de la conferencia, sobresalió la importancia de la inteligencia emocional y la correcta administración de las emociones en la resolución de situaciones de tensión, pues la represión de estas primeras se convierte en un lugar común para la generación de conflictos. Es posible, entonces, canalizar las emociones para entender y encontrar un punto de equilibrio entre las partes en conflicto.
La discusión y planteamiento de alternativas para la solución de conflictos tiene beneficios prácticos para individuos de cualquier área, así como aplicación en retos organizacionales y personales. En cualquier organización en la que las negociaciones internas o externas y el conflicto son, directa o indirectamente, parte de la vida diaria, es necesario que los profesionales estén preparados para afrontarlo de forma asertiva.
Teniendo en cuenta esta necesidad, la Facultad de Administración ofrece desde hace varios años la Especialización en Negociación, que ofrece herramientas y desarrolla habilidades en sus participantes para construir estrategias de negociación efectiva y resolución de conflictos en contextos organizacionales.