Sus fundadores son finalistas en el Mark Mobius Pitch Cornell, un concurso que organiza el Cornell’s Emerging Markets Institute (EMI), el cual busca dar visibilidad y recursos a estudiantes y egresados que están lanzando o gestionando empresas en fase inicial en economías emergentes.
Prami es un emprendimiento que nació con el propósito de acabar con la informalidad crediticia presente en algunas regiones del país. Actualmente, muchas personas que viven en zonas rurales y ciudades intermedias acuden a prestamistas para solucionar sus problemas financieros, a pesar de saber que esto puede ocasionar pagos de intereses más altos que los encontrados en el mercado.
Aquí es donde Prami ha encontrado su filosofía corporativa.
«Estamos dedicados a apoyar a poblaciones en municipios y zonas rurales para que accedan al crédito formal. Lo hacemos otorgando créditos a través de comercios aliados, mediante un proceso 100% digital vía WhatsApp que no toma más de 15 minutos. Además, buscamos que nuestros clientes realicen compras de manera consciente y planeada. Elegimos cuidadosamente los sectores en los que ingresamos»,
señala Felipe Torres, cofundador y egresado del programa de Administración de Empresas de la Universidad de los Andes.
En la práctica, Prami establece alianzas con comercios locales para llegar a las personas en las regiones. De esta manera, fortalecen el comercio local, ya que los microcréditos otorgados solo se pueden utilizar en dichos negocios. Según su modelo de negocio, Prami trabaja con cinco sectores: construcción, agro, autopartes de carga, hogar y bicicletas.
Esta fintech, fundada en 2022, ha llegado a cerca de 60 puntos de venta ubicados en los departamentos de Cundinamarca, Tolima, Santander y Cesar.
Samuel Vasto, cliente de Prami afirma:
“estoy muy contento ya que me aprobaron un crédito en menos de 24 horas justo cuando lo necesitaba. Gracias a ellos, ahora tengo mi casa con techo, la tasa de interés no es tan alta, tengo solo agradecimiento con ellos”.
Sus fundadores, Felipe Torres y David García, son egresados del programa de Administración de Empresas de la Universidad de los Andes y Sebastián Cala, ingeniero electrónico de la Universidad Nacional. David y Felipe se encargan de hacer crecer el negocio y el fondeo, aspectos fundamentales para la empresa y que deben desarrollarse de manera paralela para mantener viva la idea que nació y que ahora es el proyecto de vida de estos emprendedores.
«En nuestro caso, David y yo, como administradores de los Andes, aplicamos diariamente lo aprendido en la Universidad. Sin duda, tenemos bases muy sólidas. Y eso se vuelve evidente cuando nos enfrentamos a ciertos escenarios. Son cosas que hemos escuchado a lo largo de la carrera y ya están arraigadas en nuestra lógica»,
complementa Felipe Torres.
Por otro lado, Sebastián se encarga del desarrollo del producto y del modelo de análisis que eventualmente quieren implementar en el negocio. Son quienes acercan la tecnología a las personas que usan Prami diariamente.
Un sueño que paulatinamente va cobrando más fuerza.
Desde el Centro de Emprendimiento adscrito a la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes, los han estado apoyando para hacer crecer su idea de negocio. Por eso, ahora en su rol de egresados, han podido acceder a diferentes capacitaciones y espacios para lograrlo. Hamilton López, director del Centro de Emprendimiento afirma:
“Estamos convencidos del gran potencial y talento de los emprendedores de la Universidad de los Andes. Es por esto que siempre estamos en continua exploración para brindar oportunidades de crecimiento, desarrollo y escalamiento para los miembros de nuestra comunidad”
Gracias a este acompañamiento, Prami conoció el Mark Mobius Pitch Cornell.
“Somos aliados de la Universidad de Cornell desde hace varios años y en el caso de este concurso, hemos podido nominar a ocho emprendimientos desde el año 2020. Hasta la fecha, cuatro de ellos han sido finalistas en esta competencia global que además del premio en efectivo, brinda apertura y conexión con inversionistas internacionales”,
afirma López.
Fue entonces cuando se postularon a este concurso y luego de un riguroso proceso, llegó la grata noticia de que su idea de negocio había sido seleccionada para participar en la competencia final, que se celebrará en noviembre. Competirán con otras cuatro ideas con el propósito de ganar 10.000 dólares que podrán utilizar para hacer crecer su idea de negocio.
«Fue una noticia tremenda. Siempre presentamos nuestras solicitudes con toda la energía del mundo, pero también con cierto desapego hacia el resultado. Cuando recibimos la noticia, fue muy gratificante para el equipo. Este tipo de cosas nos ayuda a validar nuestro modelo»,
afirma Torres.
Felipe y su equipo esperan que este tipo de espacios les permitan potenciar su idea de negocio. En el futuro, pretenden encontrar más fondeadores alineados con su filosofía corporativa para seguir llegando a más departamentos de Colombia y eventualmente expandir su modelo a Latinoamérica, con la firme intención de acabar con la informalidad crediticia que existe actualmente en la región.