El pasado lunes 24 de febrero la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes recibió al profesor Paul Tae-Woo Lee de la Zhejiang University (China), quien viajó a Colombia para asistir al evento del Cartagena Cruise Dialogue y también a Bogotá para participar de la serie de seminarios sobre SupplyChainManagement &Technology
El profesor Tae-Woo Lee, quien es director del Maritime Logistics and Free Trade Island Reserach Center Ocean College, expuso acerca de la iniciativa del cinturón y la ruta de la seda, también conocida como Beltand RoadInitiative(BRI), diseñada e impulsada por la República Popular China como proyecto para crear enlaces marítimos y ferroviarios entre China y Europa.
La iniciativa de BRI, propuesta por el presidente Xi Jinping en 2013, es un proyecto sombrilla diseñada para promover el flujo de bienes, inversiones y personas. Las nuevas conexiones, creadas por el BRI buscan reconfigurar relaciones, enrutar la actividad económica y balancear el poder entre los estados (China Power, Csis.org). Así mismo, el BRI supone una serie de inversiones de gran magnitud para obras de infraestructura, dentro de las cuales se encuentra una red de ferrocarriles, tuberías, canales de energía, carreteras, puertos, cruces fronterizos, entre otras. Al día de hoy, más de 98 países han firmado su participación y se han implementado 696 proyectos. Para octubre de 2019, el plan contemplaba a más de 138 países y un PIB combinado de 29 billones de dólares y 4,600 personas.
De acuerdo con China Power, China ha inyectado grandes cantidades de capital en instituciones públicas financieras como el Banco de Desarrollo de China y el Banco de Exportación e Importación de China, para apoyar y darle vuelo al BRI. Estas entidades tienen tasas de interés bajas y acceso a préstamos del Banco Popular de China, lo cual facilita los préstamos a bajo costo a empresas chinas que trabajan en proyectos de BRI.
Si bien la iniciativa del gobierno chino puede analizarse bajo la lupa de la generación de conexiones y de un mejor flujo para el mercado internacional, hay quienes perciben la situación como una amenaza para la soberanía de los países al verlo como una jugada geopolítica por parte del gigante asiático. Surgen preguntas sobre cómo se pagarán las deudas que muchos países han adquirido o adquirirán con China y a cuántos años deberán responder por esto.
Es así como las cuestiones acerca de los verdaderos beneficios para países diferentes a China y si realmente hay un desinterés por parte de este país por impulsar la conectividad y globalización.