Ante un contexto de crisis como el que se está viviendo, y como parte del programa Presidentes de Empresa, la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes organizó una sesión con Sandra Forero, presidente del Consejo Gremial Nacional y presidente ejecutiva de CAMACOL, para hablar acerca de cómo está el país y qué acciones se deberían tomar desde la perspectiva del Consejo Gremial Nacional.
La exposición de Sandra Forero inició con un contexto económico en donde ilustró por medio de cifras y gráficas cómo esta época ha sufrido las mayores contracciones en la historia reciente de Colombia. Según comentó, 9 de las 12 actividades económicas principales, dentro de las que se encuentran explotación minera, manufactura, construcción, comercio, alojamiento y transporte, y actividades artísticas, tuvieron reducciones significativas en la generación de valor agregado. Forero explicó que el confinamiento estricto establecido en abril generó el mayor impacto económico del trimestre, no obstante, los meses de mayo y junio también tuvieron tasas negativas.
Así mismo, describió la presidente del Consejo, a nivel nacional se han dado condiciones desiguales por cuenta de la pandemia, por lo cual sería una equivocación afirmar que las reaperturas simbolizan un comportamiento positivo de la economía. Lo anterior, explicó, se evidencia en un retroceso del consumo de casi 12.5% y una formación bruta de capital reducida casi a -32.2%, mostrando así un desempeño débil y limitado.
Otra de las aristas más críticas durante la crisis ha sido el empleo, que constituye un pilar de la economía y que se ha visto afectado por temas estructurales y coyunturales. Por un lado, la informalidad es un aspecto que ya estaba en riesgo (inclusive antes de la crisis); pues según lo expuso, la desprotección social y los desbalances en materia pensional se habían agravado en años anteriores. De acuerdo con cifras, 46 de cada 100 ocupados en el país continúan todavía en la informalidad, representando así el 45.3% a junio de 2020 en 13 ciudades y áreas metropolitanas en Colombia.
Adicionalmente, otro asunto ha sido la deficiente creación de nuevos puestos de trabajo, algo que, si bien se ha visto empeorado por la coyuntura, era un aspecto que desde hace cinco años estaba en deterioro. Así mismo, el tema sobre la productividad laboral se ha consolidado como un problema estructural grave en el país, por cuenta de la poca formación de los colaboradores (específicamente las mujeres) y el bajo nivel agregado que aportan a sus lugares de trabajo. Según argumentó Forero, las empresas invierten grandes cantidades de dinero en la formación de sus colaboradores, pero el retorno es bajo en la mayoría de los casos.
Por último, el nivel de desempleo es un asunto que afecta principalmente a mujeres y jóvenes y se evidencia estructuralmente más bajo para estos dos grupos. De acuerdo con Sandra Forero, en todas las ciudades de Colombia el acceso de la mujer al mercado laboral es significativamente menor, y la brecha entre hombres y mujeres es hasta de 9 puntos.
Finalmente, en lo que respecta a los factores coyunturales, la presidente explicó que la pandemia ha profundizado la informalidad y la cultura del ‘rebusque’. Por otro lado, argumentó que la ocupación del país se redujo casi en una quinta parte (un 19% de la población ocupada), es decir 4.3 millones de personas perdieron su trabajo en Colombia. Así mismo, comentó Forero, la población con educación básica o sin educación formal se ha enfrentado de manera más crítica a la actual coyuntura de desempleo, constituyéndose en un enorme riesgo para acentuar la pobreza.