El ciclo de conferencias del CEFA cerró con el Caso de Alquería: ¿Puede la empresa privada participar activamente en el post conflicto?
Mucho ha cambiado desde cuando las familias ordeñaban a mano limpia en los campos de la sabana. Fueron precisamente las transformaciones en la productividad y el mejoramiento de la calidad las que obligaron a una relación industrial entre el campesino y la empresa al punto de trascender a lo social y ser parte activa en su desarrollo.
En este contexto, el Consejo Estudiantil de la Facultad de Administración CEFA de la Universidad de los Andes cerró su ciclo de conferencias del segundo semestre del 2013 con el evento ¿Puede la empresa privada participar activamente en el post conflicto? Caso Alquería.
En respuesta, el invitado especial a la conferencia fue Carlos Enrique Cavelier, presidente y coordinador de sueños de Alquería, quién compartió con los estudiantes su experiencia como presidente, y toda la propuesta de valor que hoy ofrece el programa de RSE al postconflicto en Colombia. Adicionalmente mencionó los cambios a los que se enfrentó la compañía en técnicas de producción y estrategias de expansión.
Y es que en Colombia, durante años la tradición de ordeño ha sido el ingreso base de muchas familias campesinas, una forma de subsistir. Sin embargo en las áreas rurales “el vaso de leche” diario contiene una realidad mucho más amarga que toca temas coyunturales como lo son el conflicto armado, los cultivos ilícitos, el difícil acceso a la educación y la falta de oportunidades laborales.
Partiendo de ese contexto, generar un cambio y mejorar la calidad de vida de los campesinos productores de leche se convirtió en el objetivo más importante de Alquería, entendiendo que al crear un programa social este debía estar enfocado en aquellas familias con las que la empresa tenía contacto directo: los campesinos.
La oportunidad de crecer
Cuando se piensa en una de las regiones más lecheras del país, Cundinamarca es seguramente la primera que llega a la mente. Este departamento concentra cerca del 35% de la producción lechera en el país, es decir más de 2.270 millones de litros al año. Muchos de los campesinos de esta zona han estado inmersos o se han visto afectados por los temas del conflicto y la falta de oportunidades.
Al entender el compromiso que tiene la empresa privada con su comunidad Alquería empieza a generar programas de formación y capacitación campesina buscando a través de la educación una oportunidad para comunidades lecheras de áreas rurales como Cajicá, Suesca y la Macarena.
Empresarios del campo
El programa Talentos Excepcionales – Texc que impulsa la empresa Alquería, se lleva todos los laureles por su excelente labor. La razón, el trabajo en conjunto de La Fundación Cavelier Lozano y la Gobernación de Cundinamarca, que le han dado la oportunidad a jóvenes de escasos recursos de estas regiones de acceder a la educación superior, empoderándolos junto con sus familias como los “empresarios del campo”.
En este frente, el programa permite generar conciencia entre los jóvenes y sus familias sobre la educación. Un joven consciente de la herramienta que tiene de transformación al educarse es el logro más importante del programa.
Durante la implementación del programa, la Fundación Cavelier Lozano ha recibido el apoyo decidido de varios actores privados, entre ellos la Universidad de Los Andes, como una institución comprometida con este tipo de iniciativas sociales.
Aunque se ha avanzado en el tema, aún existe mucho por que trabajar, el reto es lograr que estas poblaciones tengan un mejor estilo de vida. Pero para convertir esto en una realidad la empresa privada debe seguir creando esa “asociatividad” y confianza con los campesinos y entender que este es un aporte concreto y significativo en el proceso de paz.
En consecuencia, las empresas deben empalar y generar desarrollo en las regiones con programas inclusivos, y aunque para el caso de Alquería estos programas no mejoran necesariamente su rentabilidad, la meta es que a través de ellos también los precios de sus productos mejoren y compensen así los costos de la inversión. Por ahora la ganancia se traduce en buenas prácticas corporativas.
En suma, las iniciativas que existen de RSE por parte de las empresas privadas no son suficientes para atacar las raíces del conflicto, en palabras de Cavelier “Puede que hoy en día hayan alrededor 500 empresas trabajando en reinserción, y nosotros seamos solo una de ellas, la idea es que el número aumente y hayan diez mil empresas trabajando en reinserción de la mano de millones de colombianos, eso es lo que necesitamos para cerrar esta parte dura de nuestra historia”. Si lo logramos estaremos más lejos de la guerra y más cerca de la paz.