Por Piedad Salgado C.
Su motivación para trabajar en sostenibilidad empresarial es “mostrarle a las organizaciones que si invierten en sostenibilidad, tienen una ventaja competitiva en el mercado”, así comenzó Valentina Prado, profesora adjunta de la Facultad, esta charla sobre sus investigaciones e impactos ambientales.
A los 15 años con sus padres salió de Cali para Canadá, estudió ingeniería civil en la universidad Jackson State, realizó un master y Ph. D en la universidad Arizona State y trabajó en la universidad de Leiden (Holanda), como profesora asistente en la facultad de Ciencias Ambientales. Al regresar al país, comenzó a trabajar como consultora para una empresa americana, EarthShift Global, y aplicó a una vacante del área de Sostenibilidad de la Facultad porque le pareció interesante trabajar en una Facultad de Administración.
Considera que la evaluación de impactos ambientales es una oportunidad de mejora para las empresas, porque estos impactos ocurren en toda la cadena de valor de un sistema, y esta evaluación analiza el ciclo de vida de un producto desde su creación (extracción). La metodología utilizada en sus investigaciones es la de el “análisis del ciclo de vida” que se ve representado en la mayoría de las veces como una huella de carbono y lo que trata de visualizar es el impacto de la empresa y del producto en el entorno, en el país y en la región, porque “no se puede gestionar lo que no se mide” añade.
Este estudio cuantitativo le entrega a las empresas herramientas para tomar decisiones asertivas
Pero también, los resultados tienen incidencia en las políticas públicas. En esta publicación encuentran el desarrollo metodológico de la plataforma para el apoyo en la toma de decisiones.
Las organizaciones deciden hacer la evaluación por diferentes razones, una de ellas es con el fin de innovar en sus productos, por ejemplo, “una empresa de aseo personal y para el hogar, vendía un detergente para lavado de ropa con agua caliente, este desgastaba más rápido las prendas y el uso de energía se incrementaba, tomaron la decisión de hacer uno para agua fría, el cual dejó más suave la ropa y era más barato para el usuario”, explica la profesora Prado.
Y agrega, “la mayor parte de los impactos está en la materia prima, aunque depende del producto final o de lo que se mida. A partir de ahí se toma las decisiones de inversión o mejora. Algunas empresas realizan inversiones sin tener en cuenta la medición del impacto, y lo que hacen es gastar dinero porque el impacto es menor, o escogen aleatoriamente donde invertir y no son efectivas”.
Este campo de investigación le entrega información a la empresa para invertir donde valga la pena, y así reducir la huella de carbono, por ejemplo, la transición energética de la industria química.
Gracias a la tecnología
Ahora conviven un número amplio de indicadores que miden el impacto. ¿Qué hacer con tantos indicadores? En un análisis del ciclo de vida de un producto se pueden analizar entre 15 y más indicadores, por lo general, no existe una opción que sea mejor a las demás y es muy difícil tomar una decisión. La investigación desarrollada por Valentina, aporta aprendizajes metodológicos sobre el análisis de criterios para apoyar la toma de decisión, y ya se implementó en varias empresas, lo que dio como resultado una toma de decisiones más inclusiva e integral en la gestión del manejo de sostenibilidad ambiental.
Un ejemplo de este método práctico es Sustainable Apparel Coalition, este holding conformado por más de 200 empresas textileras, tiene una plataforma donde comparten información sobre los insumos, el análisis de estos datos basado en varios indicadores es el aporte de la plataforma y su organización, con el propósito de darle mayor rédito a la empresa.
Pero Valentina además de trabajar directamente con empresas, también apoya al Centro de Finanzas Sostenibles de la Universidad de los Andes. Dicho Centro busca medir el retorno de la inversión de un proyecto en lo económico, social y ambiental, lo que han denominado, el triple impacto.
Este Centro surgió por una necesidad en el mercado de medir este tipo de impactos
Es una manera de evaluar proyectos de forma integral, teniendo en cuenta a quién benefician.
Los bancos y los fondos de inversión tienen un portafolio para “crear un mundo mejor e impactos ambientales”, como energías limpias y agricultura regenerativa y el Centro apoya el diseño de estos proyectos y ve su viabilidad tanto en la parte económica, social y ambiental, revisa la medición del impacto desde una visión integral y de ser necesario, lo reformula y mejora, con el fin de presentarlo a mesas de financiación y entes de regulación.
La idea es abonar el campo para nuevos modelos de negocio viables e impactos ambientales porque “existen proyectos bien intencionados que puede ser inviables, pero trabajar de la mano con las empresas y que estas tomen las riendas de la medición es lo que buscamos, así ellas definirán desde adentro, que es lo que más les conviene y verán la sostenibilidad como una oportunidad de mejora para la empresa” finalizó Valentina Prado.