Colombianas Poderosas 2017
Por: Sandra Gutiérrez P.
La equidad de género, el empoderamiento de las niñas y las mujeres, y la inclusión en cargos de decisión y liderazgo, fueron los ejes sobre los que un grupo de líderes femeninas debatieron en el marco del foro Colombianas Poderosas 2017, realizado en las instalaciones de Uniandinos Bogotá. Maria Consuelo Cárdenas, profesora titular de la Facultad de Administración de Los Andes, participó en el panel sobre Educación para líderes del Siglo XXI.
En esa parte del evento, se evidenció que desde la primera infancia hasta el paso por la universidad, la educación debería ser empoderante, incluyente y promotora de la equidad de género en las aulas. Y si bien se están dando pasos importantes en ese sentido, aún falta mucho. “Hay que dejar de hablar sobre qué o cómo hacerlo: Hagámoslo!”, dijo Cárdenas al iniciar su intervención. La convivencia universitaria ha trabajado hacia la igualdad de condiciones en este escenario, hombres y mujeres son considerados de alguna manera como pares y son calificados por sus capacidades; “sin embargo, la educación sigue enfocada en la información y el saber y atiende poco la dimensión formativa, y mientras esto no cambie, se mantendrán las condiciones discriminatorias hacia la mujer”.
Así mismo, recalcó que hay que reconocer las diferencias, con ventajas y limitaciones, pero hay que hacer que las mujeres universitarias se hagan conscientes de ello porque “no se dan cuenta de las diferencias y aceptan, como si fuera natural, que – por ejemplo- les paguen menos”, comentó. Por eso es importante generar la conciencia de género, para que estén preparadas frente al trato diferencial. “Hay que formar a los profesores y a los padres para que revisen y cuestionen sus propios estereotipos de género y las consecuencias que estos tienen en la crianza y la educación. Hay que desarrollar esa conciencia de género desde los más pequeños” puntualizó.
Por su parte, Adelaida López, directora de la Fundación AeioTu Carulla, destacó la importancia del juego de roles compartidos desde la primera infancia. En el aula, los niños y niñas tienen la posibilidad de elegir diariamente un rol, que en muchas ocasiones no tiene que ver con lo que tradicionalmente se elegiría por género; entonces muchos padres se acercan con la preocupación de su hijo disfrazado de princesa o su hija manipulando herramientas de construcción. “Hay que abrir el espacio de comunicación con los papás para que entiendan esta dinámica y sepan que se trata de un ejercicio de reconocimiento y aceptación”.
En ese mismo sentido, Susana Becerra, investigadora y teóloga docente de la Universidad Javeriana, resaltó que los roles han sido impuestos por una marcada relación entre la religión y la escuela, lo que ha llevado a una mala interpretación del término ideología de género: “Esta expresión corresponde al desarrollo académico de una categoría en la dimensión humana, explorar este terreno implica una serie de cambios en todos los ámbitos y por lo tanto es más fácil desprestigiarlo que trabajarlo”, afirmó. Para Becerra, la afirmación de que “el género, más que una naturaleza, es una construcción social”, da luces sobre la dirección en la que se debe apuntar.
Durante el debate se cuestionó sobre la importancia de internacionalizar las experiencias educativas y la participación de las mujeres en ellas, a lo que Ann Mason, directora ejecutiva Mason Educaction Group, respondió que “esta experiencia es fundamental porque abre el mundo, permite mejorar el trabajo en equipo al interactuar con personas diferentes, se deja de ser rígido y es palpable que la mujeres aprovechan más la inmersión en otras culturas que los hombres, tal vez porque su formación o por la necesidad de probarse”.
Durante el foro se escucharon las experiencias de mujeres emprendedoras, que han podido compaginar su papel de madres, parejas y trabajadoras, y que lo han logrado con grandes dificultades: el machismo, la desigualdad de condiciones laborales y educativas, lo mismo que la competencia, incluso con sus mismas congéneres. Líderes globales y nacionales, empresarias, innovadoras, congresistas, ejecutivas, científicas, estrategas, mujeres filántropas, escritoras, periodistas, deportistas, intelectuales, líderes en la educación, embajadoras y representantes de organismos internacionales dieron su aporte para la construcción de esa conciencia de género.
Esperanza Mariño, presidente de Adandes Uniandinos, conminó a las participantes a reconocer sus propias capacidades, y Charlie Ruth Castro, directora ejecutiva de la Fundación Mujeres Con Derechos, definió el poder como la capacidad de inspirar e influir positivamente en la sociedad, por eso estas mujeres son poderosas.