Hult Prize en la Universidad de los Andes
Entre nosotros puede estar el emprendimiento social que puede cambiar radicalmente el mundo, de acuerdo con los objetivos del Hult Prize: una competencia global, que busca soluciones creativas e innovadoras para los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Desde 2013 esta organización publica un reto –este año es sobre energía alternativas- y miles de emprendedores se enfrentan con sus proyectos por un millón de dólares de capital semilla.
Emprendedores sociales de la Universidad de los Andes se están enfrentando por clasificar a una de las 15 semifinales globales, una de las cuales se realizará en Bogotá en marzo del próximo año. Actualmente, alrededor de 250 emprendedores están asistiendo a los talleres de orientación y perfeccionamiento, en donde deben definir su grupo de trabajo (máximo cuatro personas), e iniciar con la puesta en marcha de sus proyectos desde la idea inicial. El 12 de diciembre es la final, en la que tendrán que presentar en 10 minutos su idea y atender las inquietudes de los jurados, que son de la más alta calidad. Saldrán dos grupos ganadores.
Isabella Arias, estudiante de la Facultad de Administración, y quien es la coordinadora de patrocinios de la organización en los Andes, explica que “empezar a perfilar a los competidores desde la Universidad, obedece a que la mayoría de quienes han ganado tienen formación profesional, entonces hay un plus al participar”, y agrega que “entonces hay un acompañamiento permanente, las ideas suelen ser más buenas, porque se modelan en los talleres, que van desde ideación hasta comunicación efectiva”.
Durante la fase regional, los grupos seleccionados de toda América Latina recibirán mentorías y más asesoramiento. Tendrán dos meses de aceleración en el castillo Hult – Ashridge Castle, Reino Unido-, en donde implementan las ideas haciendo prototipos ya reales. Posteriormente, en septiembre, estarán en Nueva York en la gran final, en donde compiten por el millón de dólares de capital semilla, otorgado por la fundación Clinton.
La organizadora del capítulo uniandino es Luisa Lafaurie, quien participó del evento en una anterior oportunidad. Aunque no llegó a la final, sí se dio cuenta del potencial que hay en la Universidad para poder llegar. “Nuestra iniciativa ganó en Colombia con pocos recursos, pero aún así logramos competir en Boston, cuando sólo eran 5 regionales”, relata. Pero más allá de competir por un premio, considera importante promover emprendimientos con alto impacto social.
“Lo ideal es empezar a generar una cultura de emprendimiento e innovación social, porque hacer realidad esta ideas generaría más bienestar para todos. Las soluciones se deben trabajar desde la educación y basarse en realidades, por ejemplo en comunidades de Chocó y Nariño”, afirma.
“El mundo está cambiando. Y lo que fue un éxito en el pasado ya no lo será en el futuro; por eso es importante que los emprendimientos, las empresas y las organizaciones le retribuyan al otro, y reconozcan que el otro tiene las capacidades para salir adelante. El emprendimiento y la innovación social permiten cambiar los paradigmas y darnos una nueva generación que se mueve hacia un bienestar social”, puntualiza.
Y esto es, precisamente, lo que se quiere lograr participando en el Hult Prize: aprovechar esta plataforma global para lanzar la próxima generación de emprendedores sociales. Una generación que cambiará el mundo.