Un objetivo en común
Por: Sandra Gutiérrez P.
“El mundo llegará a la paz y al progreso cuando exista un verdadero desarrollo sostenible”, con estas palabras, Walter Vermeulen. Presidente de ISDRS, dio apertura a la XXIII Conferencia anual de Investigaciones para el Desarrollo Sostenible. Así mismo, Colombia, consecuente con el momento histórico que vive, trabaja para cumplir con los objetivos del desarrollo sostenible del milenio, como lo explicó el presidente Juan Manuel Santos, en la sesión inaugural.
Y más allá de su compromiso con el desarrollo económico y social del País y la región, asumido por la Universidad de los Andes, la Facultad de Administración se ha dado a la tarea de la formación de líderes capaces de tomar decisiones integrales con el sustento de la excelencia académica, trabajando con las organizaciones comprometidas y realizando investigaciones en desarrollo sostenible. Por eso fue la primera anfitriona para América Latina de un evento de gran envergadura, como este, que contó con más de 300 participantes, de 35 países, venidos de todas las latitudes del mundo.(ORGANISING COMMITTEE).
Es indiscutible que Colombia está atravesando por uno de los momentos más determinantes de su historia reciente, en el que proteger su biodiversidad, redefinir las políticas para mitigar el cambio climático, optimizar el recurso humano a través de la inclusión y trabajar de la mano con la academia, son fundamentales para fortalecer la paz y el progreso del País. En ese sentido, durante la primera sesión del evento, el Alto Comisionado para el Postconflicto, Derechos Humanos y Seguridad, Rafael Pardo, dijo que “el territorio se debe reorganizar”, no solo a través de las nuevas normas establecidas bajo el acuerdo de paz recientemente firmado, sino con el compromiso de cada miembro de la sociedad.
Por su parte, Brigitte Baptiste, directora general del Instituto Alexander vonHumbolt, destacó que el equilibrio que genera la sostenibilidad y el buen uso de los recursos son fundamentales para la justicia social, es decir, el enriquecimiento igualitario y equitativo del país. “El aprovechamiento de los recursos y las oportunidades que se le brinden a la sociedad son importantes para la innovación social (…) hay que proponer diferentes formas de trabajo”, puntualizó.
Además de reflexionar sobre el vínculo entre el postconflicto y la sostenibilidad, en el congreso se dieron a conocer diferentes investigaciones respecto a la ética de la sostenibilidad, la sostenibilidad y el sector privado, la agricultura sostenible, y la vinculación de la academia a la sostenibilidad. El profesor Eduardo Wills, uno de los organizadores del evento, manifestó que fueron importantes las diferentes experiencias en este espacio académico y multidisciplinario, que empleó diversas metodologías y estudios de caso. Igualmente, dijo que se debe buscar una sociedad más equitativa asegurando más acceso a las oportunidades en los diferentes grupos sociales. También se presentaron las conclusiones en relación con los avances en sostenibilidad inclusiva.
Espacios como este, proporcionado por la Facultad, invitan al mejoramiento de la calidad de vida desde todas las perspectivas, optimizando los recursos naturales, sociales y económicos, propendiendo por el cuidado de la biodiversidad y mitigando el cambio climático, con la participación y compromiso de todos.
MUCHAS VOCES, UN SOLO COMPROMISO SOSTENIBLE
Rafael Pardo, Alto comisionado para el Postconflicto, Derechos Humanos y Seguridad. La participación de la academia es fundamental, especialmente en investigación e incentivando la participación de los estudiantes en programas como Manos a la Paz, en donde “pueden hacer sus prácticas de carrera en zonas que fueron territorio de conflicto (…) contribuyendo con su tiempo a mejorar las condiciones en zonas del país que no han tenido todas las condiciones por el conflicto”.
Adrián Saldarriaga, profesor e investigador de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín. Para él, esta ha sido la oportunidad de conocer otras experiencias en desarrollo sostenible de otros lugares del mundo. Realizó presentaciones sobre minería, especialmente en la reducción del uso del mercurio en la minería a pequeña y mediana escala. “Eventos como este le aportan al país el impulso para conseguir las metas de desarrollo sostenible, que se pueden alcanzar con investigaciones como las que aquí se presentaron”.
Fabio Arias, economista, profesor e investigador de la Universidad el Valle. “Es loable que una facultad de administración promueva estos temas, a esta escala, para la sustentabilidad (…). Para él, este congreso se caracterizó por la internacionalización, que les aporta a estos temas diversidad de ideas y formas de hacer las cosas. La pluralidad es importante, sobre todo en temas como la sustentabilidad, porque es un tema global.
Amparo Quijano, profesora del departamento de diseño de la Universidad de los Andes. La motivó participar para sustentar varios proyectos de investigación y aportar conocimientos a Proboyacá. “Este fue un evento transversal y multidisciplinar por la tierra y lo sostenible, que es una responsabilidad de todos”.
Carolina Daza Beltrán, egresada de la Maestría de Mercadeo de la Universidad de los Andes, y profesora de la Universidad Javeriana de Bogotá, quien está haciendo investigaciones en ergo ecología. Hizo una presentación sobre un indicador de ecoproductividad, “que es un indicador que actúa en un nivel diferente, con la visión unida a la ecoeficiencia sistémica para tener el mayor logro que como ecoefectividad se puede alcanzar”. Considera importante participar en este tipo de eventos “para ver qué se hace en otros países y compartir nuestros conocimientos, enfrentados a otras perspectivas”.
Francisco Comín, de Pyrenean Institute of Ecology –CSCI- España-.Para él ha sido importante tratar temas fundamentales para el mundo y para Colombia como “las situaciones después de un conflictos social y bélico y el aporte de herramientas para superar estas condiciones”, lo que permitirá una mayor integración de todas las partes de la sociedad. También destacó la importancia del networking que se propició entre entidades públicas, privadas y la academia, para promover el uso sostenible del territorio y buscar alternativas de negocios con pequeñas parcelas o productos que se pueden sacar de allí.
Cecilia Haskins, de Norwegian University of Science and Technology. Ella considera las investigaciones pueden ser aplicadas a diferentes latitudes, en lo referente a la teoría y ajustarla al contexto donde se vaya a aplicar o a desarrollar.
Bert de Vriés, de Utrecht University. Para él, un evento como estos implica una ruptura de fronteras que permite desarrollar mejores canales de comunicación en el proceso de investigativo y de educación. ISDRS ha atendido los intereses de las personas de la región y fuera de ella, pues es la oportunidad para hacer conexiones en Latinoamérica que impacten al resto del mundo.
BOGOTÁ: UNA CIUDAD QUE QUIERE LA SOSTENIBILIDAD
Durante todo el evento hubo un lugar especialmente reservado para que los asistentes, provenientes de 35 países, conocieran las diferentes facetas de la Bogotá Sostenible, sus problemáticas y algunas propuestas para entender mejor las problemáticas ambientales y sostenibles – lo mismo que las bondades- de la Capital de Colombia, expresadas desde el arte.
Para el profesor Eduardo Wills, esta ha sido una gran oportunidad para mostrar los problemas de sostenibilidad de Bogotá a través del arte, y sacar a nuestros visitantes del ámbito académico. También se buscó sensibilizarlos a través de la pintura, la fotografía y los videos, “para que puedan entender los retos que tiene Bogotá para ser una ciudad sostenible”. (Ver)
La exposición constó de tres anillos: El primero, identificó la infraestructura verde la ciudad, a pesar de la deficiencia de parques en el interior. El segundo anillo mostró especialmente los ecosistemas estratégicos de Bogotá, como son los humedales, el Río Bogotá y los Cerros Orientales, y su aprovechamiento para la recreación y la salud de sus habitantes. El tercero, expuso una Bogotá inmersa en la región, los páramos y el escarpe del El Tablazo, con toda su biodiversidad.
“Quisimos manejar dentro de la exposición cierto tipo de obras, particularmente que tuviera que ver con la conferencia, gracias a la participación de fotógrafos, pintores, dibujantes y varias personas que han trabajado en la conciencia social y ambiental de la ciudad. Hubo varios trabajos que refieren a problemas y otros a soluciones, el conflicto entre la sociedad y la naturaleza y el humano como factor que puede ser un poco destructivo”, explicó Octavio Gómez, museógrafo de la Universidad Distrital y quien colaboró con el montaje del escenario.(Ver)
De diversas lenguas, estas piezas de arte expresan las experiencias de artistas de Bogotá y su región. Evocan una naturaleza descartada, ausente o vibrando con su presencia vital que nos muestra nuestra esencia, por lo tanto desde lo más profundo alude a nuestra incuestionable dependencia de la naturaleza. Es un honor tener maestros de renombre y jóvenes artistas afinados en esta exposición de arte. Johanna Marinkelle