Por investigación sobre historia económica de Estados Unidos
Por: Sandra Gutiérrez P.
En los últimos dos siglos, las cerveceras se adaptaron a múltiples descubrimientos científicos, regulaciones y dinámicas sociales. No es tarea fácil entender este proceso de adaptación y la consecuente evolución que ocurrió en el sector cervecero. Se requiere un duro trabajo de archivo y un sólido manejo de conceptos teóricos y herramientas estadísticas. Carlos Eduardo Hernández, profesor de la Facultad de Administración de los Andes, dedicó tres años a esta labor.
Como resultado, escribió su tesis doctoral titulada “Adopción de tecnología y diversificación de producto en la industria cervecera durante los siglos XIX y XX” (en inglés: TechnologyAdoption and ProductDiversification in theBrewingIndustryovertheNineteenth and TwentiethCenturies). La investigación es una de las tres tesis nominadas al premio Allan Nevins, que otorga la Asociación de Historia Económica (EHA) de los Estados Unidos, y que será entregado durante su reunión anual en San José –California- del 15 al 17 de septiembre. (El texto, aquí )
El profesor Carlos Hernández nos contó que…
“Hacer investigación es emocionante, porque uno no sabe qué va a pasar”. En su caso, originalmente quería indagar sobre la migración de los alemanes a suelo norteamericano, las ideas que traían de Europa y los aportes a la cultura americana, “y terminé metido en la industria de la cerveza”, dice, porque con ese producto innovaron el mercado y se adaptaron a las circunstancias del nuevo país: “al estudiar una industria tan bonita, como la cervecera, me llegó la idea y trabajé con eso por tres años”.
“A mediados del siglo XIX en Estados Unidos se hacía un tipo de cerveza con alta fermentación, conocidacomo Ale, pero después llegaronlos inmigrantes alemanes y ellos trajeron una cerveza, llamada Lager, que es de baja fermentación”, explica Hernández. Ese estilo de cerveza que traían de Alemania fue mezclado con ingredientes nativos, es decir, lo adaptaron, y “junto con su conocimiento y las particularidades del país al que llegaron, dominaron el mercado”.
Para el Profesor es interesante ver cómo los inmigrantes trajeron ideas exitosas, “al punto que hasta hace como 30 años la única cerveza que se tomaba en Estados Unidos era la Lager”; partiendo de este punto, su tesis se encaminó hacia la adaptación de las empresas de acuerdo con el entorno.
(Ver )
Sobre su tesis…
En el primer capítulo de la tesis explica cómo las cerveceras se adaptaron a la invención de la pasteurización, porque antes de ese proceso era muy costoso trasportar la cerveza. “Tocaba en barriles que se debían mantener refrigerados, y la tecnología para hacerlo era muy reciente, entonces había que recoger hielo en invierno, guardarlo y posteriormente llevar los barriles rodeados de hielo. Con ese gran cambio que implicó la pasteurización, varias cerveceras comenzaron a enviar bebida a más lugares, y eso hizo que se incrementara la competencia. Durante este proceso muchas empresas quebraron y otras se volvieron más fuertes, logrando implementar tecnologías cada vez más sofisticadas que preservaron mejor la calidad de la cerveza: así es cómo las empresas se logran adaptar a los cambios y prosperar”, sostiene.
En la segunda parte, habla de la adaptación a la prohibición de la producción de bebidas alcohólicas, que ocurrió desde 1918 hasta 1933. “En esa época, por legislación, estaba prohibido producir cerveza con más de 0.5% de alcohol”. Según Hernández, lo más sorprendente es que de las mil cerveceras que habían, la mitad lograron sobrevivir: “Unas empresas, que llevaban muchos años produciendo cerveza y por 15 años tuvieron que dejar de hacerla, ¡sobrevivieron!”. Esta es, nuevamente, la confirmación de la adaptación, esta vez a las normas del país. “Aprovecharon los canales de distribución y la capacidad de embotellamiento para vender nuevos productos, y lograron salir adelante produciendo gaseosas”.
Otro de los casos de adaptación que Carlos Hernández estudia en su tesis, tiene que ver con las cerveceras en Japón, por su capacidad de innovación y por las alternativas de producción y negocio que encuentran en torno a esa industria. “Las cerveceras en el país asiático ya no solamente producen cervezas sino que están muy metidas en investigaciones de biotecnología y farmacéutica”, explica. “A mediados de los 80 hubo unos cambios en Japón sobre la regulación de la producción de cerveza, en particular sobre su distribución y la apertura económica que permitió la llegada de competencia extranjera, entonces estas cerveceras tuvieron que adaptarse y utilizar las capacidades que tenían para nuevos usos”.
Parte de los cambios que las cerveceras japonesas hicieron, tuvieron que ver con la manipulación de la levadura: “la levadura es el hongo que transforma en la cerveza el azúcar en alcohol; es un organismo muy simple que, sin embrago, tiene núcleo, lo que lo hace fácil de estudiar. Los japoneses utilizaron su conocimiento de la levadura y lo aplicaron en la industria de la biotecnología, aplicada principalmente a la farmacéutica”.
Sobre él…
Carlos Hernández es economista con doctorado en economía de la Universidad de California, Los Angeles (UCLA). Actualmente enseña Historia del Desarrollo Empresarial en la Facultad de Administración de los Andes. También hace parte del grupo de investigación en historia empresarial de la Facultad, liderado por el profesor Carlos Dávila. Carlos Hernández destaca el valor de trabajar con un grupo multidisciplinario. “Somos un grupo de académicos, entre los que hay historiadores, economistas y sociólogos que nos complementamos usando las fortalezas de cada disciplina. El producto final es muy bueno y los estudiantes son los grandes beneficiados, ya que aprenden a enfrentar problemas usando herramientas diversas”.
Enhorabuena por la nominación.