De izquierda a derecha: Daniel Mantilla, Liliam Simbaqueba, Alexander Guzmán, Maricielo Glen, Catalina Estrada-Mejía y Giorgio Triulzi
La Facultad de Administración de la Universidad de los Andes decidió apostarle a un espacio para fortalecer la generación de conocimiento. A través de la creación de Ágora – Seminario de Investigación, una actividad académica donde la comunidad de investigación se reúne para recibir retroalimentación y socializar sus estudios, los investigadores internos y externos, empresarios, gremios y formuladores de política pública se encuentran para crear una conversación que genera impacto en la vida de las personas. Este foro, realizado bisemanalmente y abierto a todo público, busca generar sinergias y potenciales colaboraciones en los distintos temas.
El pasado 14 de noviembre, Alexander Guzmán profesor del Colegio de Estudios Superiores en Administración (CESA) presentó la investigación Does gender really matter in the boardroom? Evidence from closely-held family firms, una investigación realizada en conjunto con el profesor de la Facultad de Administración Maximiliano González, Eduardo Pablo de la Universidad de Minnesota y María Andrea Trujillo del CESA. El estudio analiza la presencia de las mujeres en las juntas directivas y el impacto de éstas en el desempeño financiero de empresas familiares; buscando probar que la cuestión no es acerca del género sino del talento que posea la cabeza de la organización. Para esto, se utiliza una muestra de 523 empresas familiares y un índice de capital humano construido a partir del análisis de las hojas de vida de 815 ejecutivos.
Dentro de los hallazgos, los investigadores encuentran que las mujeres directoras externas, están mejor entrenadas en cuanto a la educación y experiencia frente a las mujeres de la familia. También en el estudio se concluye que el desempeño de las empresas es positivo cuando el mando es asumido por una mujer externa o un hombre de la familia. Así mismo, se evidencia que las mujeres de la familia que hacen parte de la junta directiva – normalmente – están allí por sus relaciones sociales y no por su talento o capacidad, mientras que, las mujeres externas a la empresa tienen un desempeño impecable lo cual las lleva a romper el denominado techo de cristal y “ganarse un puesto en la mesa”. Finalmente, el estudio encuentra que los hombres de la familia son entrenados con mayor anticipación y preparados para asumir los cargos gerenciales en las empresas, lo cual demuestra un sesgo de género en el proceso de sucesión.
La investigación busca aportar al debate acerca de la igualdad de género y las oportunidades en cargos gerenciales o de dirección en las empresas. En el proceso, los autores encuentran que, si bien hay un problema de sesgo, no siempre la presencia de las mujeres aporta al buen desempeño económico en los negocios, pues todo depende de su educación. Junto con el índice de capital humano, determinan que las mujeres externas a las familias empresarias, son – por lo general – quienes demuestran un ejercicio impecable pues deben luchar por ganarse el respeto y aprobación de la junta directiva. Por eso, argumentan los investigadores, el problema no es de género sino de preparación y talento, pues a la final, quienes son elegidos son los más capaces para el cargo; lo que sucede es que las mujeres de las familias cuentan con la desventaja de no ser preparadas con antelación, como sí ocurre con los hombres, quienes son formados con anticipación para asumir los cargos de las empresas familiares.