Beca Gabriel Vega Lara
Por Sandra Gutiérrez P.
Desde hace 28 años, la Universidad de Los Andes y la familia Vega Lara entregan las Becas Gabriel Vega Lara a los mejores estudiantes del MBA Tiempo Completo, de la facultad de Administración. Este año no fue la excepción, y en una ceremonia realizada en el Salón del Consejo de la Rectoría el 2 de marzo, recibieron este reconocimiento Yuliana Ramos, John Gil y Vanessa Colmenares, cada uno con una inspiradora historia de vida
En un mundo donde todo –o casi todo- parece estar hecho, surgen mentes brillantes con nuevas ideas y sueños que parecen imposibles de lograr, dadas algunas circunstancias de vida. Son personas con gran claridad en sus objetivos que esperan una oportunidad para poder alcanzarlos, que no se amedrentan ante los obstáculos, son persistentes porque saben que cuando una puerta se cierra muchas ventanas se abren, reconocen que solo hay que ser pacientes, estudiar, trabajar y descubrir cuál es la que les corresponde. Es aquí donde, muchos de ellos, han alcanzado la Beca Gabriel Vega Lara.
Conocedores de que la “educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo y que es el gran motor del desarrollo personal”, como decía Nelson Mandela, la familia Vega Lara ha contribuido a la formación de un selecto grupo de estudiantes, pues saben que la excelencia académica, el liderazgo y la claridad de propósitos en su proyecto de desarrollo profesional, son características que pueden contribuir a cambiar el rumbo de sus familias, de Colombia y del mundo. Es su aporte para construir sociedad.
“Esta familia ha sido un ejemplo durante muchos años, no solo por la promoción del talento, sino porque además consolida valores de solidaridad y reciprocidad”, dijo el rector Pablo Navas Sanz de Santamaría, durante la ceremonia. Además, afirmó que “han contribuido con el esfuerzo de la Universidad de tratar de financiar y estimular a las mentes brillantes con méritos personales enormes que no tienen los recursos para estudiar en una institución como esta”. Igualmente, reconoció que contar con el 43% de estudiantes provenientes de programas comoQuiero estudiar y Ser pilo paga, es un reto enorme, porque “exige mayores esfuerzos en la búsqueda de recursos generosos como los que ha dado esta familia”.
De la misma manera, conminó a los beneficiarios a ser consecuentes con lo que la vida les ha dado, y les pide como compromiso que, cuando tengan la posibilidad, se vinculen al fondo vega Lara para que otros tengan la misma posibilidad.
Por su parte, Armando Vega Lara en representación de la familia, destacó su admiración por estos jóvenes, que han hecho grandes esfuerzos, incluso dejando su trabajo, dedicándole menos tiempo a sus familias, e incluso sus pasatiempos, por estudiar. Igualmente, les recordó que tienen grandes responsabilidades, pero también la posibilidad de generar grandes cambios desde su quehacer.
Sobre el Fondo Educativo Gabriel Vega Lara, indicó que “está financiado por la familia, la Universidad y algunas otras personas como estudiantes beneficiados. Hoy en día tiene el orden de 10 mil 800 millones y varios programas: la Beca tradicional, la beca regional, la beca doctoral, la beca “quiero estudiar medicina”, y el apoyo a la educación virtual de Los Andes, que sirven para beneficiar a varios estudiantes. La meta es llegar a 25 mil millones.
Así como Gabriel Vega Lara -en honor de quien se originó el programa de becas- tuvo la visión, el tesón, la pasión y la capacidad de emprendimiento hace tantos años, en donde fue maestro, distribuidor de la Ford en Neiva, transportador de provisiones para las tropas nacionales durante la guerra contra Perú por 1930, y luego de trabajar muchos años, logró comprar la empresa Casa Toro, invitó a los tres galardonados de este año a proseguir con sus sueños y a “arriesgarse con la seguridad de que saldrán adelante”.
Este año la Beca tuvo 18 candidatos, 6 de ellos fueron preseleccionados y dos de ellos recibieron el beneficio en esta ocasión: Yuliana Ramos Jaramillo, de Apartadó -Antioquia-, y John Jaime Gil Corredor, de Cúcuta – Norte de Santander.
“Contribuir a mi región”
Yuliana se enteró de las becas regionales Gabriel Vega Lara a través de las redes sociales. Aplicó a ella, pero por esas cosas de la vida, los papeles nunca llegaron a su destino. Varias veces lo intentó, pero no lo logró; sin embargo, nunca se rindió. Gracias a las cesantías de 10 años de trabajo de su padre en una bananera, ella logró venir a Bogotá a estudiar el MBA en Los Andes, después de culminar sus estudios de Administración en la Universidad de Antioquia y Negocios Internacionales en la Fundación de Estudios Superiores de Urabá. Acá, gracias a esa pasión por salir adelante logró lo que antes no pudo: Ganar la Beca. “La zona de la que vengo está estigmatizada por la violencia, pero somos gente de bien, trabajadora y luchadora. Yo quiero crear mi empresa para generarle valor a mi región”, dijo en la ceremonia.
El primer cucuteño
Desde pequeño vio trabajar a su padre, quien terminó solo el bachillerato, en una embotelladora. Con el paso de los años, lo vio ascender a punta de ganas y pasión, al punto de estar nominado a ocupar el cargo de gerente, pero por no ser profesional no fue tenido en cuenta para ese cargo. Desde ese momento, John Jaime Gil Corredor decidió que es en el estudio en donde están las mayores posibilidades de salir adelante. Siempre ha sido el mejor: en su carrera de ingeniería civil que cursó en la Universidad Francisco de paula Santander, como en la especialización que hizo en la Universidad Javeriana. Ahora, “sacándola del estadio”, como dijo Armando Vega Lara, obtiene un nuevo impulso para seguir haciendo realidad sus sueños.
Desde Venezuela
Vanessa Colmenares Rojas obtuvo la Medalla al Mérito Académico, que además del galardón le da un bono para un curso de actualización en la facultad de Administración o en otra universidad (por ser extranjera), durante los siguientes dos años de terminado el programa. Es una mujer venezolana que siempre tiene soluciones. Se ganó el corazón de sus compañeros y de sus profesores, gracias a su compromiso con los demás, pues considera que “hay que liderar con el ejemplo”. Dijo que su familia le inculcó la pasión por buscar la excelencia y por ayudar, incluso en medio de una gran pérdida económica por la compleja situación que vive su país reconoce que aprendió a producir dando lo mejor de ella misma. Considera que su gran ejemplo ha sido su padre, quien fue maestro, y decía que entre más se enseña más se aprende.
El próximo semestre nuevos estudiantes del MBA Tiempo Completo tendrán la posibilidad de cumplir uno más de sus sueños, especialmente si son capaces de luchar por ellos. “No hay límites cuando se trata de obtener una buena educación, lo más importante para equilibrar una sociedad, es brindando igualdad de oportunidades y todos los jóvenes deben tener la misma educación; en la Universidad de Los Andes y con la ayuda de los programas del Fondo Educativo Gabriel Vega Lara, pueden hacerlo”, puntualizó Armando Vega Lara.